Límites. ¿Por qué es tan difícil establecerlos, mucho menos mantenerlos. Seguro que hay un montón de respuestas para esta pregunta, pero una de las razones principales es porque normalmente no nos damos ni cuenta de que alguien está cruzando nuestra línea roja.

Esto puede ser porque no la hemos puesto, en primer lugar, y en segundo, debido a la existencia de un vínculo emocional con la persona que nos invade, que hace difícil evitar la embestida. Nos encontramos, pues, dos temas importantes en lo que se refiere a los límites:

  1. Establecer prioridades, y sobre eso tratará el post de hoy.
  2. Trabajar en los malos sentimientos que nos genera establecer límites.

Matthew Hussey, uno de los coaches que sigo en redes sociales porque explica cosas difíciles de manera sencilla y simple, suele aconsejar a las mujeres sobre la necesidad de establecer sus propios valores para tener relaciones sanas con los hombres.

No solo estoy completamente de acuerdo con él, sino que añadiría que debido a que la socialización por género orienta al femenino más hacia los otros que hacia una misma, a las mujeres les resulta más sencillo prestar atención a las necesidades ajenas que a las propias. Así que, ¿cómo podemos fijar prioridades, hombres o mujeres, cuando ni siquiera sabemos lo que necesitamos realmente? Deberíamos empezar, entonces, por preguntarnos “¿qué me hace feliz?” El modo más fácil de contestar a esta a veces difícil pregunta es ir muy, muy lejos en nuestros deseos, sin avanzar en los obstáculos que pueden en un momento dado surgir cuando intentemos alcanzarlos.

Como solo estamos intentando profundizar en nuestros deseos extremos, es aconsejable no constreñirnos temiendo no conseguirlos. Una vez que se establece la necesidad, la prioridad saldrá sola. Un ejemplo muy sencillo: si la necesidad de alguien es mantenerse en forma, uno de sus valores será llevar un estilo de vida saludable. Si alguien no respeta esta condición e intenta apartar a la persona del buen camino, será más fácil entender que se está cruzando una línea y que se debe poner un límite.

Si te cuesta trabajo poner límites o reconocer tus necesidades, no dudes en contactarnos para que te podamos aconsejar.