La AUTORA de este instructivo post sobre el proceso de toma de decisiones es RAQUEL GARCÍA, Psicóloga especializada en educación, atención a la diversidad e infancia. ¡Muchas gracias, Raquel, por confiar en MADEJA!

Sí o no, esto o lo otro, aquello o lo de más allá: en definitiva decidirme.

Sentir que estás en un proceso de toma de decisiones puede ser abrumador y angustioso. Decidir a nivel profundo o hacer ciertos cambios en nuestra vida, también puede ser algo doloroso, pues aquello por lo que optemos podrá tener un impacto determinante en nuestro día a día. Por ello es importante tomarse el tiempo necesario para reflexionar y considerar todas las opciones antes de optar por una decisión final.

Es significativo que definas tus principios, valores y prioridades vitales, ya que esta delimitación te ayudará a hacer una lista con los pros y los contras de las alternativas. Agárrate a las necesidades que tienes y de las que no te puedes desprender, determina las renuncias que vas a hacer y a cambio establece las ganancias que vas a obtener. Escucha tu pasión, atiende a las emociones que te genera cada opción e intenta no dar pasos precipitados.

Además de informarte habla, cuéntalo y considera las opiniones y consejos de tus personas de mayor confianza, de tus amistades más queridas y también de quien sabes que pensará diferente a ti, pues te servirá para valorar distintos puntos de vista. Logra encajar sus ideas para perfilar tus opciones, te será de gran ayuda sentir tus abrazos.

    Una vez que apuestes por una determinada opción, continúa tu camino y ponla en práctica abordando con decisión los posibles problemas que puedan surgir en esa ruta con plena autoconfianza en ti. Si ves que no funciona, vuelve a pedir consejo.
    Este proceso debería generar un sentimiento de alivio si has trabajado y construido seguridad en tu decisión y llegará a ser realmente sanador para tu persona.
    Si sientes que necesitas que te acompañemos en el proceso, no dudes en contactar con MADEJA.